Del plagiarismo o las hazañas del yo (Milton Steiner, plagiador y compilador)

Iris Kiya

Todo poema corre el riesgo de carecer de sentido
y no sería nada sin ese riesgo
J. Derrida

 

Milton Steiner es Milton Steiner, soy una tautología de mí mismo. Nací en 19.. Entenderse a uno mismo exige un tipo de inteligencia y atención. Una tarde de septiembre asistí a la conferencia de JRR, de quien había leído un par de cuentos. En un momento de la conferencia, un ruido empezó a irritar a toda la audiencia. Lentamente escapé del trance ruidoso y alguien me advirtió que dejara el artefacto de mis manos en paz. Jamás me di cuenta de que todo lo que hacía era inconsciente y automático como solía hacer cuando estaba solo. Milton Steiner es Milton Steiner, soy una tautología de mí mismo. Me gusta usar zapatillas negras, estas son acertadas para caminar y hacer todo tipo de actividades mundanas; conducir, correr, levitar y huir. Dado que todas las anteriores no venían al caso, decidí quitarme cuidadosamente las zapatillas y seguir escuchando la conferencia de JRR. Cuando me concentro demasiado, pestañeo a gran velocidad como si estuviera en el trance de hallar una respuesta. JRR habla de su último libro de cuentos y de cómo el personaje pasa de largo por todas las historias, un sujeto que tiene una superlativa atención a los dados y al recuerdo de su padre. Me identifico con el padre, no me gustan los dados. Y escucho como si fuera un cerdo a quien van a trozar en una máquina, escucho el fragmento del cuento porque no tengo nada mejor que hacer: La concentración que necesita un hombre para realizar cualquier cosa ha sido y será siempre su perdición. La mayoría de las veces, en cambio, es una virtud que permite purificar el alma. La figura del hombre soñoliento que mantiene conversaciones con su padre y su obsesión por llevar un par de dados en el bolsillo izquierdo de su pantalón. El hombre siempre tendrá una presión mental, es por esto que debe llevar el par de dados a todo lado… Y el relato sigue de largo, quizá unos cinco minutos más. La audiencia permanece absorta. Me inclino hacia mis zapatillas negras, las calzo de nuevo. Quiero salir de la conferencia, dispuesto a ser el verdadero Milton Steiner. La audiencia está anonadada con JRR. Cruzo las filas de asistentes y antes de dejar la puerta del primer salón, escucho: …es el camino alternativo que toman cuando no pueden continuar, es decir, cuando no quieren seguir viviendo. Llevar un par de dados para este hombre es lo mismo que tener talio e ingerirlo por la mañana y esperar su efecto.

Soy Milton Steiner, un ángulo diferente al Milton Steiner de hace unas líneas. Qué daño puede ocasionar ir a comprar talio, si es como ir a escuchar una conferencia de JRR o de quien sea, un cálido día de primavera.

 

 

 

1

La cuádruple forma de la nada
(Tl 31 13 6 (+1 +3) 1.8 170 [204.382, 204.385])

8h06

Espanto en la punta de la lengua,
ojalá mi otro no existiera.
Me acobarda pensar que mis acciones me generen
lo que a Graham Frederick Young.
Ojalá mis acciones se sintieran en la boca de la audiencia
aquella donde parloteaba JRR.
Aquellos hombres y mujeres
carentes de ironía,
carentes de imaginación,
carentes de empatía.
Ellos solo son lo que subrayó Pound:
Las ranas cantaran la ruina del fauno y su desastre. No.
O quizá era:
Las ranas fabuladas harán de su canto, su desastre. No lo recuerdo.
Y llovió.
Y corrí.
Y me llené de lodo,
mientras mi boca hacía esputos.
Y mis ojos lloraban porque no podía escribir.
Y leí.
Y copié.
Y copié,
porque dura es la batalla contra la muerte.
Y yo solo pienso en lo que subrayó Pound:
Un hombre que tiembla. No.
Un hombre que piensa en su próximo orgasmo. No.
Un hombre que se trastabilla pensando
en las ranas que cantarán cuando el talio haya fabulado el desastre.
Creo que era así.

 

 

 

2

La destruction fut ma Lili
Tomado de un verso de Leopoldo María Panero, que a su vez este tomó de Stéphane Mallarmé, creo.

(Tl 31 13 6 (+1 +3))

8h23

En la noche en que llueven pájaros
e hila el puerco la canción de la desgracia
y donde llueve
y llueve como si nunca hubiera de escampar
como si el rostro de la muerte fuera el de la lluvia
y fuera la lluvia mi único rostro

El poema se interrumpe porque la destruction fut ma Lili

Llueven pájaros, ma Lili, llueven pájaros en la noche
Espero la noche, ma Lili, espero la noche
Qué noche tan soterrana, ma Lili, porque aún debajo
me llueven pájaros
Ma Lili, tú fuiste mi destrucción. La destruction était toi, ma Lili.

El poema se interrumpe porque la destruction est du plagiat

Y la lluvia es mi único rostro
como si el rostro de la lluvia fuera la muerte
Escampar de la muerte me salvará de la lluvia
llueve
Y la desgracia se me avizora como a un puerco
que hila
Hila una canción con su cuerpo
La canción bulle en la noche
La única noche en que se interrumpe un poema porque la destruction est la pluie

 

 

 

3

Un golpe de dados no abolirá el azar, pero sí el aburrimiento

(Tl 31 13 6 (+1 +3) 1.8 170 [204.382, 204.385])

 

De Milton Steiner a Milton Steiner

 

8h45

Qué es el viento sin sombra, sino una nada
a sí misma abrazada.
Estoy vivo,
estoy vivo y me llamo de algún modo
y vanamente escribo,
sobre la sombra cruel de la pared.
Y si yo digo que tú eres una herida en la pared
y un rasguño en la frente.
La respuesta tuya será todo aquello que me nombra,
me induce a la muerte.
Un golpe de dados no abolirá el azar,
pero sí el aburrimiento.
Ya conoces mi nombre, Milton Steiner,
me gustaría poder decir que
los débiles tendrán mi ayuda,
porque los cristianos morirán.
y en ese entretanto pensaré
en las estrellas,
en el odio mío y tuyo por la tierra.
Pensaré descalzo,
buscando entre la mierda,
la mierda escrita,
la mierda terrenal;
la razón de mi vida.
Te amo.
Amo pensar que un golpe de dados no abolirá el azar,
pero sí el aburrimiento.
Tu símbolo es el t·l·
y el mío estos versos.
Versos que no inmutarían ni a un ciervo
silencioso y cruel
como el ≤suicidio≥
Te amo.
Amo pensar que en unas horas rozaré con vino mis pupilas
y
debajo de tu símbolo
aullaré.

 

 

 

El desencanto

(Tl 31 13 6 (+1 +3) 1.8 170 [204.382, 204.385])
C17H21NO4
C17H21NO4

9h00

Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio
y oigo pasar la vida como quien sintoniza cualquier estación al medio día.
Fumo mucho. En el cenicero hay ideas y poemas y voces
de amigos que no tengo.
Fumo mucho. Demasiado.
Me palpo los ojos, los pies y el dedo gordo
de la mano lo meto en el ojo, y estoy sucio
oliendo a vida.
Y sueño que he vivido y que me llamo de algún modo
vivo el delirio de un país que no sabía que existía.
Lo vivo porque los poemas que se asientan en estas hojas,
no son más que letras.
Así como letras llegan a ser todas las ciudades y todos los nombres.
Estoy en el infierno,
me siento conforme,
porque en el infierno no debo demostrar mi patriotismo.
El infierno es sensato porque puedo ser W.C. Williams,
un pobre hombre con una carretilla roja.
Cada mañana despierto fuera del infierno
y comulgo como todo ser humano.
Aunque gran parte de los humanos dirán
que la cocaína no se comparte como la hostia.
Ese polvillo blanco que se desintegra como un espasmo,
se adhiere a los tejados y las paredes de los cuerpos.
Cuerpos que han aprendido a vivir
de la huida, la evasión y el sueño.
Me harté de la cocaína, me harté del poder.
     me harté de hablar
de poder existir con el otro.
Quizá Wittgenstein habría entendido esto
que hablar del lenguaje no es solo asociar la palabra con el objeto,
sino desligarse del objeto y la palabra.
Hasta ayer tenía el sano juicio de pertenecer al infierno.
Conseguir una novia.
Seguir el modelo «Abel».
Escribir en este país no es llorar, es reír,
reír de rabia hasta resignarse.
Escribir en este país
es tener la suficiente cordura para decir:
Me he cansado de ser hombre,
quiero ser todos los hombres,
ser todos ellos hasta el borde de la locura.
Y decir al morir,
cuando tenga ya en la boca y cabeza la baba del suicidio
gritarle a las sombras, a las tantas que hay y fantasmas
en este paraíso para espectros
y también a los ciervos que he visto en el bosque,
y a los pájaros, a los lobos en la calle
acechando en las esquinas:
Quien escribe esto no soy yo.

 

 

 

La maldad y el plagio nacen de la supresión hipócrita del gozo

(Tl 31 13 6 (+1 +3) 1.8 170 [204.382, 204.385])
(Tl 31 13 6 (+1 +3) 1.8 170 [204.382, 204.385])

10h26

Yo soñé con tocar la tristeza viscosa del mundo
en el desencantado borde de un acantilado.
Yo he sentido en mis manos un animal inmundo
que por las noches copia y busca darle un camino profundo a lo ajeno.
Yo supe que mis textos serían el mal del que moriría,
y me río porque no siento el mal del mundo, solo el propio.
Y escribo con un diminuta luz, una luz que hace daño
y encuentra en mí el cadáver de la risa del otro cuando lo hago mío.
He visto el dolor de LMP como una caridad
que me irradia en la noche como una forma amplia e inmensa.
He visto su dolor,
como si dejara suavemente sobre mi mano, un ojo suyo.
He visto su dolor,
como si dejara de susurrar al oído de los locos
y me susurrase que hiciera de lo suyo, mío.
Primero será el placer,
luego la maldad y el plagio que nacen de la supresión hipócrita del gozo.
Ahora soy el loco, el incomprendido.
Me acuesto en una cama donde el sol se convierte en un moridero con olor a manzanilla.
Solo dos cosas son reales en mi escritura.
Amé a una mujer llamada Lili.
Y el talio que he ingerido, pronto hará efecto.
Estaré cerca del hedor de las petunias,
Lili cantará:
por el hilo que lo une al secreto
tú te reías como mi madre
al ver que yo había nacido de ella;
un plagio tan inmenso como una ciudad,
un plagio tan inmenso como el actor de nacer.

Top