Poemas sobre papá

Ilustración Euro Montero

Papá regresa a Monterrey uno de estos días
Va a la zona de logística de su empresa
y deposita el mundo entero
en alguna parte de Nuevo León
Su esposa está feliz
porque ya no hará home office
y mi hermanastra verá a viejos amigos
en tercer semestre de bachillerato

mientras yo me quedo en esta ciudad
como foránea eterna de la familia
sin peleas diarias por la labor doméstica
o carnes asadas los domingos
ni mucho menos
viajes a la playa en semana santa
o pequeños actos de colgar
y romper esferas del pino de navidad

El único rasgo que comparten mamá y papá
es el de encender cigarrillos
y aspirar la fumarola seca de la nicotina
que les roza el paladar
y escapa por los agujeros de su nariz

Son gestos de violencia aérea
los que hacen que desarrolle
un odio profundo
al hedor del tabaco
y a las mentiras blancas
de abandonar las adicciones
en lugar de las personas

Papá se muda a Monterrey
y tengo agujas
en cada párpado
en los oídos que vibran
por cada buzón de voz
en mis piernas cansadas
que soportan su propio peso
y se llevan solas al cuarto
para caer rendidas
en el sueño rutinario

Sin embargo
la mayoría de agujas
se esconde bajo el pecho
entre válvulas que tiemblan
por mi pulso
medio huérfano
y partido
en dos