Cara de perro

Gizella Meneses

Personajes:

Rafas –chico con celular

Nilda –estudiante de medicina

Trinidad –vieja que se desmaya

Ladrón

Maciel –mujer que está por dar a luz en la cola

Sarai –rompe con su novio, Wilmar, en la fila

Wílmar –novio, exnovio, de Sarai

Gina –profesora que sale de clase para conseguir comida

Gabriela –mujer de clase alta que alquila celulares y banquitos

Adelaida –madre de Rafas

Celia –mujer de edad media, un poco gorda a pesar de la situación, con la cara cansada de haber estado en la cola eternidades

Diego –hombre de edad media, flaco, con los lentes rotos en la mitad (hay una cinta adhesiva que ha usado para componer los lentes)

Fabiana –madre de 16 años que da de lactar a su hija en la fila. La hija tiene 11 meses y se llama Nadina.

Nadina –hija de Fabiana que aprende a caminar en la fila

Eva –transexual, en proceso, y se junta al final de la cola casi por la mitad de la obra

 

In medias res. Una fila de gente bajo un sol insufrible esperando entrar a la farmacia. Es verano en una ciudad indeterminada. El español parece ser caribeño, hay una aspiración fija. El portero de la farmacia empuja a la gente que está esperando entrar. Maciel está por dar a luz. Se oye música, lloriqueos de niños, peleas, perros ladrando, bocinas y escapes de autos. La escasez abunda —mientras tanto cada uno en la fila se entretiene haciendo algo. Se abre el telón.

 

NILDA

Dale, gordo, dale.

 

WÍLMAR

La gorda será’ tú, me cago en la pu…

 

SARAI

¡Te callas y sigue! Ya no aguanto má’.

 

WÍLMAR

¿Pero es así siempre? La reputa madre, manguareando como malandro.

 

SARAI

Ufff. Claro, como nunca te molesta’ en venir.

 

WÍLMAR

¡Qué arrecha, estar esperando comprar afeitadoras es pa’ bobo’! ¡Me voy!

 

SARAI

¡Qué no te va’, que bobo mismo ere’!

 

WÍLMAR

Que sí, aquí está bien pa’ la’ mujere’ y los huevone’ pero no pa´mi. No vuelvo, me entiende’, no vuelvo, ma’.

 

SARAI

¡Mira marico, tú te va’ y esto se acabó, me entiende’, tú y yo nada, pero nada nada, que te quede claro!

 

WÍLMAR

¡Coño tu madre, que si así lo quiere’, que así sea, que pa’ mí no eh’to!

 

La gente que está en la cola de repente alza a ver la pelea entre Sarai y Wílmar, pero siguen haciendo sus cosas. Fabiana da de lactar a su hija, Nadina; Celia y Rafas están conversando sobre algo, pero Rafas mira a su celular mientras conversa con ella. Maciel se agarra de la espalda, está de 9 meses de embarazo y parece que tiene dolor; el portero empuja a la gente de adelante. Trinidad está en su banquito, abanicándose y suspirando; Gabriela está alquilando los banquitos y subiendo y bajando la cola, aunque es la primera y el portero le guarda el puesto; el resto conversa, se liman las uñas, hay una que se está sacado los bigotes con una pinza, otro que se afeita, y otro que lee (Diego).

 

PORTERO

¡Retírense! ¡Que no oyen!

 

GINA

Qué ladilla, para esto dejé ir a mi’ estudiante’. Abran ya que llevamo’ má’ de cuatro hora’ en esta vaina.

 

CELIA

Épale, mi amor, que cuatro hora’ no e’ nada. Ayer estuve ocho y ¿sabe’ lo que pude comprar? Un rollo de papel higiénico que me tiene que durar un me’, un me’. Que el resto se había agotado. A ver si no. Una hormiga que se limpie el culo con esto un me’ pero yo…

 

GINA
(interrumpe a Celia)

Señora, es que aquí estamo’ lo’ que también tenemo’ que trabajar. Mi’ estudiante’ están sin aprender y yo aquí, ni que fuera la Santa Trinidad para estar en dos lugares a la ve’.

 

DIEGO
(aparte, riéndose consigo mismo)

Culo de hormiga, no se haga ilusiones.

CELIA

Que le oigo (afirmativo), venga a decírmelo en la cara. Ah, que no se atreve. No joda, que esa’ nalga’ flácida’ ni pa’ que. Si quiera aquí hay algo que agarrar… todavía (agarrándose).

 

DIEGO

Bueno, ya dale, dale, que yo aquí con mi libro y tan tranquilo.

 

CELIA

Entonce’ no abra la boca que para decir huevonadas, mejor se calla la tromp…

 

MACIEL
(interrumpiendo las palabras de Celia y gritando)

¡Ayyy, ayya! ¡Ayyy, ayya! ¡Ayyy, ayya!

 

RAFAS

Aquí estamos todos en la’ misma’, no se ande quejando que nadie quiere escuchar eso.

 

CELIA

Coño de la madre, ya, porque no sabe’ lo que e’ andar con un crío en la panza. La puta madre que te parió.

 

RAFAS

No te meta’ con mi mamá, que solo quería decir que me cansé de oír tanta lata.

 

GABRIELA
(a Maciel)

Mira, mija, por qué no me alquila un banquito y ya está.

 

MACIEL

Bueno, ya, ¿cuánto e’?

 

GABRIELA

Tre’ boleto’.

 

MACIEL
(interrumpiendo a Gabriela)

¡Tre’! …

 

GABRIELA

Yo ya no acepto dinero, ni en efectivo ni en tarjeta.

 

MACIEL
(pausa larga)
(Maciel está con contracciones y los ayes son gritos de dolor de parto)

Ya, ya, tome y deme el banquito que no aguanto este calor, aquí mi’mo me va a nacer este crío. ¡Ayy, ayyyyyy!

 

RAFAS
(a Maciel)

Mierda, váyase y dé a luz en el ho’pital como todo el mundo, aquí no, e’to no se puede. Nadie quiere oír ni ver eso.

 

CELIA
(a Rafas)

¡Te oigo una palabra má’ y aquí mismo te bajo o te rompo la geta! ¡Que la que va a parir soy yo! Un bochinche que te caiga ahí en la cabezota. ¿O tú no cree que todo’ estamo’ abollados? ¿Ah?

 

Rafas se queda callado y mira hacia su celular. Todos o se están abanicando, o sentados en un banquito, ya casi dormidos, como Trinidad. Los ruidos son constantes y el tedio, como el calor, agobia. Todos están tratando de entretenerse a su manera, ya sea limándose las uñas, leyendo algo, conversando con el de a lado, afeitándose, todo en la cola.

                                                                                   

PORTERO
(a todos)

Apártanse, muévanse, el siguiente, no empujen, uno por uno.

 

MACIEL
(agarrándose la espalda)

¡Aaaayyyyyyyyy! ¡Ayyyy, ayyyyy!

 

CELIA
(a Maciel)

¡Ay, chica, uste’ no debe estar acá!

 

RAFAS
(aparte)

Lo que yo decía.

 

CELIA

¡Qué! Mire mocho…

 

RAFAS
(interrumpe a Celia)

¿Pero qué pasó? No insulte, mocho de qué pue’, que a mí no me falta ningún miembro, y el miembro principal está enterito (agarrándose) por si le interesa.

 

CELIA
(a Rafas, hablando e insultando mientras él habla e insulta pero ya con un poco de resignación y harta)

Mocoso, e’te, pero que le, ay, ya calle mejor y vuelva a su teléfono que pa’ nada más sirve.

 

RAFAS
(sigue)

A mí no me mangonea. Si usted no fuera tan vieja, le…

 

GINA
(interrumpe a Rafas)

Ya, hombre, calla, pero que falta de respeto aquí.

 

SARAI

Ya ba’ta. Déjenlo así.

 

MACIEL
(no se puede sentar y anda dando vueltas, soplando)

¡¡¡AYYYYY, AAYYYYY, UFFFF, UFFFFF, AYYYYY, UFFFF, UFFFF!!!

 

(Sarai, Celia, Gabriela y Gina todas, casi, a la vez al portero. La audiencia alcanza a escuchar a Gabriela entre todas las voces)

 

SARAI
(al portero)

Haga algo, por Dios, que esta va a parir, aquí.

 

CELIA
(al portero)

Hombre, usted tiene que llamar a alguien.

 

GABRIELA
(al portero)

Eso es vivir bajo este régimen que aquí mismo en la cola se nace, se vive, se muere, se afeita, se corta las pezuñas, se cambia el pañal. Lo que me ha tocado vivir. Yo no vine a este país para esto.

 

GINA
(al portero)

Esto no puede ser alguien tiene que ayudar, yo no, eso sí que yo no.

 

MACIEL

No, no, no, no, ya me pasó, no pasa nada, no pasa nada.

 

PORTERO

¿Y ustedes creen que yo soy partera o qué? Mi trabajo es cuidar la puerta, ya está.

 

SARAI
(a Rafas)

Qué hijuemadre calor.

 

RAFAS

¿Oye, ese era tu novio? ¿El que se fue?

 

SARAI

Ex.

 

RAFAS

Se da de mucho, ¿no?

 

SARAI

Daba.

 

RAFAS

Ah, ya, muerto está, el mamagüevo, ya veo.

 

SARAI

Yo le perdoné mucho a ese y se ha de creer que despué’ de hoy que le voy a dar la’ afeitadora’. Él no sabe que aquí tengo su boleto, entonce’ hoy recojo mi’ do’ pasta’ de diente’, mi’ do’ rollo’ de papel higénico, y mi’ (énfasis) afeitadora’.

 

RAFAS

Bueno, si no quieres la’ afeitadora’, ¿me las puedes dar a mí, no? ¿Te la’ compro?

 

SARAI

Coño, yo también la’ necesito que no quiero andar así con el sobaco (señalando la axila), que esto ya está como para hacer trenza’.

 

RAFAS

Así que le perdonaste mucho, ¿eh?

 

PORTERO

¡Dejen de empujar! Hay que mantener el orden. Por más desgraciado’ que eh’temo’ nos queda únicamente el orden. La dignidad voló hace rato.

 

GINA
(gritando al portero)

¡¿Esto será orden?!

 

SARAI

A ese marico le perdoné cuando se robó lo’ boleto’ de la cartera de mi mamá. Despué’ me lo quiso negar, pero yo sabía y se lo encontré debajo su almohada. Despué’ me decía que me iba a recoger de la cola en su moto, pero el muy bruto no se asomó y me tuve que ir caminando a casa. Llegué con una ampolla de esto’ maldito’ zapato’ (señala los zapatos). Luego, me dijo que tenía que hacer una diligencia en casa de su madre que es al otro lado de la ciudad y me lo encontré en la cafetería comiendo, te imagina’ yo en la cola y este comiendo en la cafetería, con una güevona del barrio. Me vino con que no pasa nada (énfasis en nada, imitando al ex) y le perdoné no solo que le haya sacado a comer sino que se tiró a la menganita. Esa historia es larga. Pero eh’to de dejarme aquí para hacer la cola, eso sí que no le perdono a ese mamagüevo.

 

RAFAS

Bueno, así que está’ libre, ¿no?

 

GABRIELA

Ay, basta, que solo eso faltaba. No ven que lo he visto todo, pero todo, y ustedes ahora, ¿qué? ¿Les alquilo el colchón o no les hace falta?

 

SARAI

No joda, ¿qué me cree’?

 

GABRIELA

Pero es que este es otro indecente, ¿o no se da cuenta?

 

MACIEL

¡Uffff, uffff, uffff! Nada, nada, bien, bien.

 

PORTERO

Mujer, vaya a ver un taxi.

 

MACIEL

Eh que no me puedo mover.

 

GINA
(al portero)

A ver si usted no la lleva.

 

PORTERO

Sí, perder mi trabajo para ver a esta dar a luz pa’ que mañana venga a añadir uno másssss (énfasis) a este mamotreto. Yo testigo de suficiente he sido.

 

TRINIDAD
(todo el tiempo en su asiento casi sin moverse y de vez en cuando abanicándose, una mirada ausente)

 

CELIA
(refiriéndose a Trinidad)

A esa mujer le pasa algo.

 

GINA

A todos nos pasa algo.

 

CELIA

Pero esa viejita casi no se mueve.

 

RAFAS

Pero se mueve.

 

GINA

Tú qué sabe’.

 

DIEGO

Se estaba abanicando. Yo la vi.

 

CELIA

Sí, con los ojos biónicos detrá’ de tu cabeza.

 

DIEGO

Sí, con lo’ ojo’ biónico’.

 

CELIA

El culo flácido y ojo’ biónico’. ¡Qué hombre!

 

DIEGO

No joda, mire, si no quiere’ que me meta con usted no empiece’. Que aquí la única que parece que come algo es usted (señalando el cuerpo de Celia). ¿Tal vez tenga un enganche, eh?

 

CELIA

¡Mierda! Ocho’ hora’ diaria’ en esta sauna cada día ¡¿y yo con enganche?! ¡La reputa que te parió!

 

SARAI

Ya, ya, no peleen, que es como estar en casa oyendo a mis padres.

 

GINA
(a Celia)

Bueno, el hombre tiene razón, no es por nada pero a usted se le ve un poco… robusta.

 

CELIA

Eh’ mi constitución. ¡¿Qué puedo hacer?!

 

GABRIELA

Es que el resto, señora, estamos muerto’ de hambre, pero a usted hasta a la’ teta’ se les ve animada’ (señalando los senos de Celia).

 

CELIA

¡Esta mujer (señalando a Trinidad) se muere y usted pendiente de mi’ teta’! Usted (a Gabriela), en cambio es una aprovechadora, si a la pobre mujer que va a parir le alquila un banquito. ¿Por qué no se lo presta y ya?

 

GINA

Ya no le oigo.

 

MACIEL
(sudando y respirando hondo pero casi en silencio)

Uffff, uffff, uffff, uffff, ufff, ufffff, uffffffff, ffffff, fffff (como que se desinfla). Todo bien, todo bien. No se preocupen

 

GABRIELA

Hay que ganarse la vida de alguna forma, ¿o me quedo con los brazos cruzados en casa y chupándome el dedo?

 

GINA

Es que usted parece tener algo de dinero. Lo veo en las manos. No es de alguien que trabaja ni en casa ni afuera.

 

GABRIELA

¿Y sus manos, qué?

 

GINA

Yo soy profesora, yo trabajo, ¿y usted? ¿Entonces, usted es profesora también?

 

SARAI

Que mano’ ni teta’ ni culo ni nada. Si ustedes me doblan en edad y son las que se pasan jodiendo aquí, qué ladilla, como que no tuviera suficiente con este calor.

 

RAFAS

Sí, nos doblan en edad. Ya pórtense bien (de forma pícara).

 

CELIA

Qué joda, la necesidad sí que tiene cara de perro (no de forma exclamativa sino más bien resignada, con un gran suspiro final).

 

GINA

Ya no le oigo. Usted, el biónico (a Diego), vea si se no le pasa algo a esa mujer que detrá’ de usted está. Deje ese libro, por Dios.

 

DIEGO

Ya basta, que es lo único que se tiene aquí (mostrando del libro), es la única muestra de que la civilización todavía existe y yo quiero ser parte de ella, ya que ni la dignidad, ni el respeto, ni la compasión, ni la’ má’ mínima educación, ni…

 

GINA
(interrumpiendo)

¡Déjese de cagadas y tóquele a la vieja a ver si no está muerta y déjese de dignidades y de respetos, y de educación que usted de ejemplo no sirve.

 

DIEGO

Pues, tóquele usted si tanto le preocupa.

 

GINA

No, porque no quiero perder mi puesto en la cola.

 

CELIA

Si quiere, yo le guardo el puesto.

 

GINA

No, no quiero má’ problema’.

 

RAFAS
(a Sarai)

¿Me guarda’ el puesto?

 

SARAI
(media coqueta)

Por supuesto.

 

Rafas va y le toca a Trinidad y la vieja se cae a un lado. Cada uno lanza un exclamativo pero nadie, eso sí nadie, se mueve del puesto. Rafas no sabe qué hacer, entonces encuentra un palo y le empieza a clavar a Trinidad. Lo hace más o menos con miedo. Trinidad parece estar viva y recupera algo de conciencia.

 

TRINIDAD
(totalmente inconsciente empieza a reaccionar)

 Ahhhhhh (del suelo se despierta como de la muerte con un gran absorbo de aire).

 

FABIANA
(termina de dar de lactar a su hija de 12 meses y se santigua)

 

TODOS LOS PERSONAJES
(aplauden)

 

NILDA

Muy bien, pero alguien haga algo, por Dios. Oye tú (a Gabriela) la de los teléfono’ llama a una ambulancia.

 

SARAI
(a Trinidad)

¿Está bien, señora? Es el calor, seguro que es el calor.

 

TRINIDAD

Es que no he comido nada desde ayer por la mañana. Estoy muerta en vida, mira (a Sarai) este pellejo (señala la piel de su lado). Si parezco salida del holocausto.

 

PORTERO

Bueno, bueno, tampoco es para tanto, en este país’ hemo’ tenido casi todo es ahora no má’ que la cosa se ha puesto así. ¡Pero dejen de empujar que no ven que tenemo’ a una persona caída!

 

NILDA

Desde el nuevo régimen.

 

GABRIELA

Es que tú no puedes hablar así no má’, aquí puede haber uno de esos que le gusta andar delatando lo que es y lo que no es. Mire, que me he encontrado con alguno’ que le venden a la madre por dos rollos de papel y unas lentejas, no se diga a ti.

 

NILDA

Pero si en la cárcel tal vez se está mejor, ¿no cree’? (a Gabriela). Ahí se tiene un plato al día asegurado y no hay que estar soportando esto’ solazo’.

 

FABIANA

¿Y las que tenemos que dar de comer a otros? Si no estoy tumbada en una esquina es por dignidad y por el ejemplo que pienso dar a mi hija. Si la cosa sigue así, estaré dándole el seno hasta lo’ sei’ año’.

 

CELIA

Por favor, si cada caso es triste.

 

EVA
(Todo el tiempo limándose las uñas postizas, viéndose en el espejo, arreglándose)

¿Y tú que te ha’ creído?, si estuviera tumbada en una esquina te iría mejor y esa bebita no estaría con tanta hambre.

 

MACIEL
(ahora sí ya no puede disimular)

¡¡¡¡¡¡¡¡¡AYYYYYYY, AYYYYYYYYYYYYY, AYYYYYYYYYYYYYY, MMMMMMMM, UFFFFFFF, UFFFFFFF, YAAAA, YAAAAAA, PASSÓOOOOOOOO!!!!!!!!!!!

 

GINA

¿Tú (a Nilda) no eres estudiante de medicina?

 

NILDA
(todo el tiempo como que estudiando un texto bien gordo de anatomía, pero distraída con los demás. De vez en cuando abanicándose)

Estoy en tercer año y con tanta huelga, que joda… no he podido terminar mi residencia, la’ clase’…

 

RAFAS
(interrumpe a Nilda)

Qué ladilla, ¿a quién le importa lo’ problema’ de la estudiantita de medicina? Aquí lo que se debe estudiar es para director de funeraria.

 

EVA
(de forma amanerada)

Mi nombre es Eva, el principio de todo, la vida, y la madre. ¡Apártense, que la que la va a ayudar a traer a este bebé al mundo soy yo!

 

TRINIDAD
(viendo que es una transexual, además prostituta, y va a servir de partera, se santigua bruscamente –sigue en el piso)

 

SARAI
(ha estado como aparte con Trinidad y le logra, por fin, alzar y ponerla en el banquito de nuevo –es una acción abrupta y la vieja parece que va a caerse de nuevo)

 

Todos están comentando cosas y otros estupefactos sin saber qué hacer.

 

PORTERO
(a todos)

Hace diez minutos que llamé a la ambulancia, a ver si llega.

 

RAFAS
(agarrado de la mano de Maciel)

Respire, respire hondo, respire 1, 2, 3, 4… pa’ dentro, sostenga, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, y suelte 1, 2, 3..

CELIA
(interrumpe a Rafas)

Muévase de aquí, inerte, eh’ta no es una clase de yoga.

 

RAFAS

Le estoy tranquilizando a la mujer.

 

GABRIELA
(corriendo)

Miren, que aquí tengo un pañito mojado.

 

CELIA

Se ve que no has parido, porque el chorro de sangre que le va a salir a esta niña, ese paño te guarda’ para el culo.

 

MACIEL

¡¡¡¡¡UUUFFFFFFFFFFUUUFFFFFFUUFFFFFFFFFUUUFFFFFFF!!!!

 

DIEGO
(entre dientes)

Ahora sí no acabo mi libro pero nunca, no se puede uno ni concentrar.

 

NILDA

El pulso parece estar muy acelerado.

 

EVA
(sigue amanerada)

Ay, mija, pero sentido común que su pulso está acelerado (a todos), y soy, eh, la que nací con pene.

 

GINA

Es así como preparan a los doctores en este país.

 

NILDA

Les dije que apena’ estoy en tercer año y con la’ huelga’ encima… estaré como esa vieja (señalando a Trinidad) cuando termine con esta carrera inútil.

 

SARAI

Yo vi lo que nacieron, cómo nacían, digo, los puercos en la granja de mi abuelo.

 

GINA

Eso allá, no acá.

 

SARAI

¿O sea lo’ puerco’ acá ya no son puerco’?

 

TRINIDAD
(sigue abanicándose y como que se va a caer)

 

FABIANA

Coño tu madre, biónico (a Diego), alza, por lo menos la mano, pa’ que no caiga la vieja.

 

DIEGO
(alza a ver y le empuja suavemente a Trinidad para que no se caiga de su banquito)

 

TRINIDAD
(en voz baja)

Dale con la vieja, aquí nadie le respeta.

 

FABIANA

No, no son iguales, pero que yo sepa siguen reproduciendo de la mi’ma forma, aunque la carne de puerco en este paí’ es como comer cartón salado.

 

NILDA

Así e’ todo, si ni la comida sabe a nada.

 

EVA

Usted (a Maciel) aguántese un poco que este crío no puede llegar al mundo aquí en la calle así no má’. Que joda, alguien pase una toalla o algo que si se le sale el bebé, pa bam directo al pavimento, yo no respondo. Yo nací en casa con una partera, la última…

 

RAFAS
(interrumpe)

El último.

 

EVA

…LA ÚLTIMA (a Rafas) de cinco mujeres, ¿se imaginan?

 

NILDA

¿No dijiste que naciste con pene?

 

EVA
(no hace ni caso y le empieza a abanicar a Maciel)

Nací en cama de mi madre como Dio’ manda. Pobre criaturita nacer con este bonche.

 

TRINIDAD

Dio’ manda muchas cosas, si vamos por esa’, pero lo que disponen otro’.

 

PORTERO

Tome, aquí tiene una toalla pa’ que no digan que es culpa mía. La ambulancia debe estar por llegar.

 

DIEGO

Esa ambulancia no llega, alguien tiene que llevarla al hospital. Estoy de acuerdo con la prostituta.

 

EVA

¡YO (énfasis fuerte) NO SOY PROSTITUTA!

 

GINA

Pero yo pensé que dijiste que andaba’ en la’ esquina’.

 

EVA

Lo que yo haga en la’ esquina’ e’ mi problema.

 

SARAI

Se llama Eva.

 

EVA

Gracia’, amor, que tiene razón la viejita, aquí nadie respeta.

RAFAS

Yo de la cola no puedo salir. Si llego a casa otra semana sin un rollo de papel higiénico por lo meno’ mi mamá me cuelga de la’ bola’.

 

CELIA

Ni que la’ tuviera’.

 

RAFAS

Mire tetona con enganches, no se meta, que aquí mi’mo me bajo el pantalón (hace como que se va a bajar y se baja el cierre) para que vea lo que se eh’tá perdiendo.

 

GABRIELA

¡Marico, no joda!

 

NILDA

Ah, la de las manos finas (con tono sarcástico).

 

GABRIELA

Ya ves, es la mala influencia de la gentuza esta y los meses y meses que llevo en la puta cola.

 

GINA

No peleen que gastan energía.

 

SARAI

Si ya estamo’ chupado’ que má’ da gastar energía.

 

RAFAS
(a Sarai)

Tú no está’ chupada. Por ahí todavía te las meneas.

 

SARAI

Ay, gracia’, si quiere alguien que me mire.

 

RAFAS

Yo puedo má’ que mirar.

 

FABIANA
(a Sarai)

Aléjate, nena, de este porque te dejan preñada y con una boca má’, esta historia yo me la conozco. Si quiera mi excusa es que era una adolescente, pero tú ya va pa’ lo 20 por lo meno’.

 

SARAI

Veinte y uno.

 

RAFAS

Ademá’ somo’ de la misma edad.

 

TRINIDAD

Mire que si se quiere bajar el pantalón a mostrar la’ bola’ por mí (se encoje los hombros como que no solo no le importa pero como que le desafía a Rafas).

 

FABIANA

¿Usted no estaba que se moría? Ya viene la ambulancia.

 

TRINIDAD

Que me lleven al hospital para comer algo. Lo único que tengo yo es hambre.

 

CELIA

Hambre de qué diría yo.

 

MACIEL
(tocándose entre las piernas)

AYYYY, AYYYY, UFFFF, UFFFFF. Siento algo, creo que es la cabeza, ¡SE ME VA A SALIR! ¿Qué hago?

 

PORTERO

Nueve meses de embarazo y viene’ a hacer fila aquí, pero qué ocurrencia.

 

MACIEL

E’ que no tenía nada que hacer hoy y ya no quedaba comida en casa.

 

EVA
(a Diego)

Ven pa’ acá y deja ese libro. Tú tenle la una pierna acá y tú (señalando a Gina) ten la otra pierna acá (acomoda la toalla entre las piernas por si sale el bebé y se pone lista como si el bebé fuera a salir como un corcho). Doctora (refiriéndose a Nilda), uste’ me pasa lo que yo le pida.

 

NILDA

Muy bien, con tal de que no me digas que te pase el bisturí, o que le mida la presión, o que te hace falta algo, porque cómo puedes ver, Eva, ¡aquí no hay nada que pasar!

 

RAFAS

Aquí lo único que pasa es el tiempo y la’ gana’.

 

SARAI
(otra vez media coqueta)

¿La’ gana’ de qué?

 

RAFAS
(también coqueteando)

De casi todo, pero no todo, triki triki.

 

FABIANA
(siempre agarrada de su niña en sus brazos)

Pero, mujer (hablando con Eva), acaso es un corcho que va a salir volando. Tú tiene’ que estar ahí, con la cabeza tuya en el centro.

 

EVA

Ay, gracia’, niña.

 

FABIANA

¿De qué?

 

EVA
(casi como que estuviera llorando)

E’ que me dijiste mujer.

 

MACIEL
(empieza a pujar)

 

GINA

No puje, mi niña, que le sale de una.

 

CELIA

Ya que puje de una ve’.

 

GABRIELA

En la tele siempre dicen que no puje, que e’pere.

 

NILDA

¡Esto no e’ la tele!

 

PORTERO
(siempre saliendo y entrando de la farmacia y siempre aguardando la puerta principal para que nadie entre ni salga sin su permiso)

¡Dejen de empujar y apártanse!

 

TRINIDAD

Voy a morir aquí mi’mo. Ese nace y yo me voy de e’te mundo.

 

GABRIELA

No exagere. Usted lo que está es muerta de hambre como todos nosotros. Muchos han hecho huelga de hambre y eso dura como un me’ para morir, como Ghandi.

 

CELIA

La muerte má’ lenta.

 

GINA

Vuelvo y repito, tú (señalando a Celia) tiene’ como para durar medio año. (Ya están tanto tiempo juntos que se empiezan a tutear).

 

RAFAS
(riéndose en voz alta y a carcajadas)

 

CELIA

¿De qué te ríe’, pendejo?

 

LADRÓN
(armado y apuntando a todos con cierto aire casual –como que estuviera dirigiendo tráfico)

¡A ver mi’ vuelto’ mierda pa’ arriba con la’ mano’! (se acerca a Sarai) No, no, no, tú está’ divina, hecho mierda, pero divina. Si no hace’ caso, te me llevo.

 

Fabiana se acurruca con su hija. Nadie está muy asustado, es casi una escena familiar para ellos, el asalto. Trinidad se vuelve a caer al suelo pero más por falta de ánimo que de miedo. Rafas trata de esconder su celular. El resto sabe que tienen que darle algo a este.

 

LADRÓN

¡Vacíen los bolsillos si no quieren que les meta un pepazo de plomo en la nuca! Tú (señalando a Rafas), tú. ¿Ey, ey?

 

Rafas se hace el desententido. Cuando ve que el ladrón se acerca a él se corre. Cuando llega a la puerta, más o menos donde está el portero, el ladrón le dispara y, efectivamente, el disparo le llega en la nuca. Rafas cae y empieza a salirle sangre en hilos gruesos que cubren la entrada. Todos se acomodan en la fila, nadie quiere perder su puesto. La única que parece conmoverse algo de la muerte de Rafas es Sarai. Después de que el ladrón colecta un dinerito (o boletos ya que no hay dinero) de cada uno se va. A la primera persona que le toca entrar a la farmacia es Gabriela. El portero le da paso. Ella alza el pie, para no pisar el cadáver fresco de Rafas, y entra. Una vez que ella entra, llega la ambulancia. Todo este tiempo Maciel está para dar a luz. Durante el robo, Maciel respira hondo, como le indicó Rafas pero no hay una contracción fuerte hasta cuando llegan los paramédicos. Llegan con camillas y todos señalan a Maciel y Trinidad. Los paramédicos se las llevan. En la cola hay un poco de silencio y  llega el carro para recoger el cuerpo de Rafas.

 

CELIA

Se llama a la ambulancia, y nada, tardan más de una hora, pero se llama a recoger el cuerpo y es lo único que llega a tiempo en este país.

 

Recogen el cuerpo de Rafas, también en una camilla, y lo llevan a la morgue. Ahora los espectadores ven dos colas: la cola en la farmacia y luego una cola en la morgue. En la cola de la morgue está la mamá de Rafas esperando entrar a reclamar el cuerpo de su hijo. A la misma vez, mientras ella entra a la morgue y va a ver el cuerpo de su hijo y hace los trámites, los otros siguen en la cola, al otro lado del escenario, para entrar a la farmacia. Nadina, la hija de Fabiana, que ha estado callada todo este tiempo empieza a llorar fuertemente y sin parar. Fabiana trata de consolarla. Todos están hartos del ruido, del calor. Ahora se ve claramente en la cola de la morgue un basurero. Parece haber letras en inglés. Lo que se pensaba que era una ciudad en Latinoamérica ahora parece ser una ciudad en Estados Unidos. El basurero dice Garbage Pick Up. Dentro del basurero hay un cartel. En el cartel dice algo pero no se puede leer bien. Parece un rótulo de una campaña electoral. Nadina llora desolada. Los que quedan en la cola empiezan a cantar una canción de cuna para tranquilizar a la niña y parece funcionar.

 

TODOS
(cantan)

Canción para una niña desvelada

Ya las ovejitas
dormidas están
la garza en el llano
y el pez en el mar.
Duerme, niña, duerme,
que vas a tener
en un caramelo
la flor de la miel.

Cuando Blancanieves
sueña un cuento azul
los siete enanitos
le apagan la luz.
Duerme, niña, duerme,
que mañana el sol
ha de encender moras
y hojitas de olor.

 

 Se oscurece el escenario. Adelaida, la mamá de Rafas, está arrodillada ante su camilla y llora. Él está tapado con una sábana. Al otro lado del escenario, Nadina se ha calmado con la canción de cuna y todos cantan suavemente. Conforme se acaba la canción, va oscureciendo. Lo único que se ve es el basurero (hay una luz leve que lo ilumina).

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