Por qué seremos tan venecas

Ilustración Euro Montero
Por qué seremos tan venecas
tan largas, obesas, extenuadas
abatidas tras vocales, tras sílabas inofensivas
Por qué seremos tan altivas
bellas, internacionales
dominadas por la palabra ajena
el gentilicio, ataviadas por el monstruo
de todas las esquinas
o el cielo, no la vaselina sino
el cansancio de las patas,
de pisar, de cruzar, de montar
de gritar, o decir que gritamos
de soltar, o pensar que
camino en nueva york
ni tanto mejor santiago
são paulo ibiza o medellín
y hablo em outra lengua
ou tento, o parlo o
piso, ando y no digo nada
que brille o indique
alguna percepción de lo opuesto
o, quizá, una palabra se aprende
se construye en mí
entonces lo hago próprio
por qué seré tan veneca, tan dolida
tan dormida en mí,
tan antibiótica
por qué creo en la inmediatez,
en perlongher
en los reinos, en mi belleza
en mis ojos
que no son chilenos
ni españoles,
ni argentinos
o rusos
por qué seré tan mutable
tan centroamericana, caribeña, andina
y sabré reconocerme en los titulares
o las oraciones, en la sintaxis
de otra boca
Por qué erro
o pienso en errar
blindar mi vida de ligereza
de pies libres, timidez
milagrosa
timidez
de veinteañera
cuando quiero
ser curiosa
y copiar lo que no sea mío
Por qué me odio
me idolatro
por esta falsa percepción del yo
de proteína
de garganta inflamada
Por que seré así
cuando las olas caen
y mis pies quedan limpios
quebrados
secos por la voluntad
de creer que hablo otra lengua
o que me piro en la saliva
cuando alguien viene a limpiar
En fin
Por qué seré, seremos así
tan cheirosas, tan reinas
sobre las pantallas
los charcos
the mall
as ruas
tascas
sobre todo
en los aeropuertos
las aduanas
los cuartos de cobranza
las camas
los ojos
y los carteles
que poseen
nuestro
andar.
