Habitar un lugar

Ilustración Euro Montero
Habitar un lugar [escribo y tacho]
Si lo borrara completamente, ya no existiría. Existió, pero cómo lo sabrán los demás.
Port St. Lucie, Estados Unidos, 30 de septiembre, 2023
43 días desde que llegué. Cada mañana me siento a trabajar en un escritorio pegado a una ventana. He visto cortadores de césped, repartidores de correo, recogedores de basura. Hoy vi por primera vez a una vecina. Era una joven rubia de pelo largo. Guardó varias bolsas en un GMC blanco. Guardó a un niño también, cerró la puerta, puso seguro y se alejó del coche, quizás a buscar algo más. Seguí trabajando. Cuando volví a mirar el GMC se alejaba.
[coches que aparecen y desaparecen]
Habito un nombre, una driver license y un social security number, algunas debit y credit cards, y una employment authorization. Para todo eso tuve que convertirme en un alien number, que es como le denominan aquí a los migrantes. Durante ese proceso, en algún punto de la larga cadena de formularios, mi nombre se duplicó y comencé a llamarme Lourdes Maria Maria Mazorra Lopez.
Viajé el 19 de agosto de 2023, en un vuelo de Ciudad de México a Miami, con una travel authorization que tenía el nombre incorrecto. Atrás dejé ropa y casi todos mis libros. Estaba segura de que tendría que regresar, que en inmigración en Estados Unidos no me permitirían entrar con un nombre diferente al de mi pasaporte.
—The alien number is enough —me dijo el oficial que me tomó las huellas, cuando le empecé a mostrar los documentos del proceso que inició con Lourdes Maria Mazorra Lopez y terminó en un error.
Etimológicamente, la palabra “habitar” viene del latín habitāre, que significa vivir o morar.
[¿habitar es ocupar un espacio con cierta asiduidad?]
Es el frecuentativo de habere, que significa “tener”. ¿Habitāre se puede entender como tener algo de manera reiterada?
Miami, Estados Unidos, 24 de septiembre, 2024
Me levanto a las 8:00 a.m., preparo mi lunch, hago yoga, me baño y me voy a un coworking space donde trabajo hasta las 5:00 p.m. A las 6:00 p.m. corro 8 kilómetros. En la noche imparto talleres online. En la oficina, en la calle, en la casa, ocupo un espacio: donde estoy no hay más aire que el que contengo.
Podría decir que estoy habitando ese lugar. Tengo un lugar de manera reiterada, ¿es un lugar que ocupo, aunque no me pertenezca?
[habitar]
Solo he pertenecido a una casa en mi vida: la de mi madre y mi abuela, a donde nos mudamos cuando tenía tres años y de donde me fui con poco más de 20.
Las demás casas han sido espacios que he ocupado de manera quirúrgica.
La primera, en Cuba, era de la hermana de una amiga que necesitaba que cuidaran su propiedad mientras estaba en España. Todas sus pertenencias permanecían guardadas en alacenas y muebles. Yo solo fui una cuidadora por tres años.
La segunda, en México, era completamente blanca y llena de ventanales de cristal.
Nunca colgué nada.
Un incienso hizo una sombra grisácea en la pared de la sala.
Y un letrero de feliz cumpleaños dejó una marca imperceptible.
[solo yo sabía dónde estaba ese raspón]
La tercera era un efficiency en Port St. Lucie, Estados Unidos.
Port St. Lucie, Estados Unidos, 6 de septiembre, 2023
Pasó una ardilla. Pasó un conejo. Una libélula suspendida. Tres pájaros. ¿O acaso el mismo?
[pero hay una malla]
Estoy sentada en una terraza: un cajón con una malla negra que nos protege del exterior.
Una cortina plástica cubre las puertas corredizas que me separan de la única habitación. Esta es la parte trasera del efficiency.
A través de la malla puede verse todo y no. Depende de lo que enfoques.
Afuera hay césped, siempre bien cortado, y un muro de palmas que impide ver más allá.
Entre el césped y la malla de la terraza hay un rectángulo de tierra con ramas quemadas y hojas secas, todo negro como carbón.
[un espacio inhabitado]
La cuarta casa está en Coral Gables, es blanca también, pero colgué dos fotos que me regalaron unos amigos fotógrafos: una calle en Camagüey, mi ciudad natal, y una bandada de pájaros negros volando, capturada a través de las ramas desenfocadas de un tupido árbol.
[había una malla]
Miami, Estados Unidos, 13 de enero, 2024
El vecino tumbó una palma hoy. Estaba seca y era un peligro para cualquiera que pasara, incluyéndonos. La palma cayó sobre el césped húmedo de nuestro frente. Yo estaba impartiendo una clase online, en mi escritorio al lado de la ventana. Entonces oí los chillidos. Dejé un ejercicio a mis alumnos y apagué la cámara del Meet. Averigua qué está pasando, ¿no los oyes?, le dije a mi chico. Lo vi salir, entrar y salir de nuevo con papel toalla. Qué pasa. Había unas ardillas bebés en la palma. ¿Unas ardillas bebés? Me aseguro de que mis alumnos no han terminado el ejercicio y salgo también de la casa.
[sobre el césped los pedazos secos]
Entre las cortantes briznas hay tres cuerpos, casi fetos, todavía no han abierto los ojos, uno chilla, otro apenas se mueve y el tercero sangra. Parecen ratones, pienso, rosados, pelones, con colas largas, como goma. Mi chico los levanta uno por uno, usando el papel toalla. Los pone al lado del tronco derribado y entramos a la casa.
[el papel toalla llenándose de sangre]
Cuando terminé la clase, salí. Solo quedaba una cría en el lugar. La que sangraba se había arrastrado un poco en dirección a la grava que rodea las palmas vivas.
[la cría herida: una isla rosada sobre la yerba]
Doy la espalda y antes de entrar veo a una ardilla grande con otra cría en la boca, subiendo y bajando otro tronco. Entro y llamo a mi madre para contarle la historia.
En la tarde no hay rastros de crías, ni del papel toalla.
[sobrevivieron, me digo en silencio]
Habitar. Quisiera preguntarle a mi padre qué casa habita él.
[pero no pregunto]
Dallas, Estados Unidos, 5 de julio, 2024
Mi abuelo murió el 22 de junio. Neumonía. Mi padre no pudo ir a Cuba.
[es un alien number sin green card]
Mañana es el cumpleaños de mi padre.
A la residencia permanente en Estados Unidos se le llama green card. La tarjeta es verde: verde claro, verde tierno, verde casi invisible. Quienes consiguen un permiso para habitar legalmente este país son aliens con green card y pueden entrar y salir cuando quieran.
El griego antiguo tiene la voz media, en la que el sujeto ejecuta y recibe la acción del verbo. Es como la voz reflexiva en el castellano, pero usa una sola palabra. “Yo me habito” sería: οἰκέομαι, del verbo activo οἰκέω, que significa “habitar”, “vivir” o “residir”. Implica algo como “establecerse” o “habitar para uno mismo”.
[οἰκέομαι: habitar para uno mismo]
¿Qué es lo que habitas cuando habitas para ti mismo?
¿Habitas un cuerpo? ¿Habitas un nombre? ¿Habitas una voz? ¿Tu voz?
La RAE define habitar como: Vivir, morar. U. t. c. intr. vivir, residir, morar, ocupar, poblar, anidar, asentarse, afincarse, arraigarse, establecerse, domiciliarse, alojarse, aposentarse, convivir, cohabitar, estar.
[no es lo mismo habitar que vivir o domiciliarse]
En Puebla, México, rentaba un departamento en Camino Real de los Cipreses.
Para Amazon usaba la casa de un amigo.
Mi dirección de banco estaba en la colonia Cleotilde Torres, en casa de la compañera de maestría que más rápido respondió mi mensaje cuando abrí la cuenta y me pidieron una constancia de domicilio.
Mi dirección de residencia temporal estaba en casa de otra compañera que me acogió cuando tuve que asentarme en el Instituto Nacional de Migración, donde también me pidieron un comprobante de domicilio para darme el CURP, la Clave Única de Registro de Población.
Me vacuné contra el COVID con dirección de Momoxpan.
Saqué mi seguro médico con otra que no recuerdo.
En la universidad asenté la de mi renta.
[habitar, definitivamente, no es domiciliarse]
[pero tampoco es anidarse]
En algunas regiones de México utilizan el verbo ocupar como sinónimo de necesitar.
[ocupar: necesitar]
Camagüey, Cuba, 25 de junio, 2022
De niña me acostaba bocarriba a mirar las manchas húmedas del techo.
[monstruos, cucarachas, a veces rostros]
Después, las vigas, las tejas y los arcos lobulados quedaron atrás.
[muebles y fotografías, adornos y espejos sin azogue, retazos, agujas enhebradas, yeso de estatuillas y plantas]
Pero mi madre y mi abuela, los vecinos y todo el país siguieron como si nada.
[como si nada, todos duermen]
Todo en mi casa continúa como si todavía pudiera tirarme bocarriba a perder el tiempo.
La verdad es que podría hacerlo, pero solo queda la palabra casa
[que sabe imitarme bastante bien]
Intento recordar la última vez que pensé en la permanencia.
[habitar se me parecía a eso ya no]
